Al terminar 2020, el turismo encara el futuro con determinación
Estamos al final del que ha sido el año más difícil de la historia del turismo.
Casi de un día para otro, la pandemia llevó al turismo mundial a su completa paralización.
Millones de personas perdieron la oportunidad de explorar lugares diferentes y conocer culturas y costumbres distintas. Y el mundo perdió las oportunidades que brindaba el turismo de crear empleo, apoyar a las empresas, impulsar el desarrollo y proteger y conservar todo aquello que nos mueve a salir de nuestras casas para verlo.
Sin embargo, frente a semejante revés, el turismo termina el año más unido y decidido que nunca.
El Comité Mundial de Crisis para el Turismo, creado en marzo, poco después de que se declarara la pandemia, ha celebrado recientemente su última reunión de 2020.
Esta plataforma intersectorial única coordina los esfuerzos internacionales y ha demostrado ser crucial para guiar nuestra respuesta a la COVID-19 e informar de las medidas y herramientas para mitigar su impacto en el empleo y las empresas.
A pesar de los nuevos y constantes cambios en la evolución de la pandemia, el Comité tiene el propósito de acelerar el reinicio del turismo, partiendo siempre de la actualidad de la situación sanitaria mundial.
Contar con protocolos de viaje armonizados y coherentes es esencial para restablecer la confianza en los viajes internacionales y poner de nuevo en marcha el turismo. La OMT mantendrá el impulso generado en 2020 para el nuevo año.
En los últimos meses, hemos conseguido que los dirigentes políticos y empresariales nos escuchen e introduzcan el turismo en sus planes. Hemos hecho hincapié en la importancia del turismo para casi todos los ámbitos de nuestras sociedades, y ese mensaje se ha amplificado recientemente gracias a nuestra alianza con la CNN y se ha reforzado mediante visitas presenciales de alto nivel a los Estados Miembros, entre ellos Portugal, Túnez, Namibia, Brasil, Uruguay, Egipto, Italia, Francia, Bélgica y Arabia Saudita.
Este enfoque unitario ha contribuido a lograr que el turismo haya recabado un nivel de apoyo financiero y voluntad política nunca visto y ha sido recompensado con un reconocimiento público. La Comisión Europea ha liderado el camino convirtiendo sus palabras de aliento en acciones firmes, sobre todo aportando en este momento crucial un apoyo económico al turismo sin precedentes.
En las visitas presenciales a los dirigentes de las Américas, África y Europa, y habiendo contado con la intervención del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en la última reunión del Comité Mundial de Crisis para el Turismo, pedimos ahora a los Gobiernos que hagan más, para demostrar que los viajes internacionales seguros no solo son posibles, sino que, dados los beneficios sociales y económicos que solamente el turismo puede aportar, son también esenciales.
Sin duda, las noticias de una vacuna contra la COVID-19 nos da motivos para mantener un cauto optimismo. Sin embargo, el reinicio del turismo –y de la actividad de los muchos millones de personas que dependen de él– no puede esperar a que las vacunaciones masivas se hagan realidad.
Es tiempo ya de reconsiderar las normas sobre las cuarentenas para los turistas y de aprovechar la innovación y las nuevas soluciones para realizar pruebas a los viajeros antes o después de sus viajes. Además, las restricciones a los viajes deben suavizarse o eliminarse de manera responsable y coordinada tan pronto como sea seguro y factible.
Los pasos importantes que se han dado para garantizar una mejor coordinación y evitar la parálisis son importantes para preparar el nuevo año. El 2021 podría ser un año crucial para el reinicio del turismo, pero solo si seguimos avanzando por esta vía.
Se han echado los cimientos para que este sea un punto de inflexión. Es el momento de orientar a nuestro sector hacia una mayor sostenibilidad e inclusividad y de que despliegue su inmenso potencial de generar un desarrollo duradero y cambios para todos. No podemos desaprovechar esta oportunidad.
Ahora, cuando nos disponemos a hacer una pausa y reflexionar, les envío mis mejores deseos desde Madrid. Estén donde estén, e independientemente de cómo las celebren, les deseo a todos unas fiestas seguras y sosegadas.