Marcos favorecedores de la inversión en turismo – claves y retos – reformular la inversión en turismo
Serie A, Publicación #1
Presentación de la serie de orientaciones de ONU Turismo sobre inversiones
La naturaleza multidimensional del sector turístico, unida a la dinámica de las fuentes de capital de inversión, dificultan la comprensión y la medición de las inversiones turísticas. Al mismo tiempo, los cambios en los comportamientos y las expectativas de los consumidores, la ventaja de la tecnología y la urgente necesidad de mejorar la sostenibilidad ponen en cuestión los modelos de negocio actuales y brindan nuevas oportunidades a los inversores interesados en el sector turístico.
ONU Turismo está preparando una serie de orientaciones sobre inversiones para ayudar a entender mejor y a generar inversiones sostenibles en el ecosistema turístico. Las orientaciones se dividen en tres series para entender, propiciar y movilizar las inversiones en turismo. Ayudarán asimismo a adquirir nuevas perspectivas para la formulación de políticas con miras a superar las barreras actuales, aprovechar las oportunidades y alentar las inversiones sostenibles en el sector turístico.
Serie A: “Marcos favorecedores de la inversión en turismo”, proporciona información sobre los factores impulsores, las oportunidades y las estrategias para superar los actuales desafíos y barreras a la hora de invertir en el sector turístico.
Serie A: “Ecosistema de startups tecnológicas de viajes y turismo y panorama inversor” Publicación #2, Proporciona información sobre el panorama inversor de las tecnológicas de viajes y turismo. Panorama de las startups tecnológicas de viajes y turismo y startups tecnológicas de viajes y turismo de ONU Turismo.
Serie B: “Buenas prácticas y estudios de casos reales sobre inversión en turismo”,da a conocer experiencias y estrategias que están funcionando y que se centran en la innovación para atraer, promover y movilizar inversiones.
Serie C: “Consideraciones políticas sobre inversión en turismo”, proporciona información para formular políticas basadas en datos recopilados por los Estados Miembros, así como en contribuciones de otras partes interesadas.
¿Por qué es importante?
El turismo es una fuerza global de crecimiento económico y desarrollo, que genera 1,7 billones de dólares de los EE.UU. al año, lo que representa el 4% del PIB mundial y alrededor del 29% de las exportaciones de servicios. Es por naturaleza un sector que necesita mucha mano de obra, por lo que favorece el empleo. De hecho, el turismo es responsable directamente de uno de cada 10 puestos de trabajo del mundo: en 2019, había en el sector turístico mundial 300 millones de puestos de trabajo (ONU Turismo, 2019).
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto repentino y significativo en la salud pública y en la economía mundial. También llevó al turismo internacional a un parón abrupto. Con arreglo a los tres escenarios planteados por ONU Turismo, las cifras de turistas internacionales podían caer entre un 60% y un 80% en 2020 (al comienzo del año, se preveía un crecimiento de entre el 3% y el 4%). El resultado sería la pérdida de entre 850 y 1.100 millones de llegadas de turistas internacionales, entre 910.000 y 1,2 billones de dólares de los EE.UU. en ingresos de exportación y entre 100 y 120 millones de puestos de trabajo directos. Y no son solo los medios de vida de muchas personas los que están en riesgo. También los esfuerzos por garantizar que el turismo sea un motor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) podrían revertirse (ONU Turismo, 2020a). Por esta razón, ONU Turismo ha preparado una serie de orientaciones sobre inversión para favorecer la coordinación y la cooperación y movilizar mecanismos globales de inversión que permitan responder a la crisis global. La Serie A “Marcos favorecedores de la inversión en turismo” proporciona información para entender las condiciones y superar las barreras de la movilización de inversiones turísticas y construir un sector turístico competitivo, sostenible e inclusivo, más allá de los enfoques de atracción y promoción.
1.1 Comportamiento de los consumidores e impulsores de la demanda
Según los datos de ONU Turismo, las llegadas de turistas internacionales llegaron a 1.500 millones en 2019 (ONU Turismo, 2020), y se prevé que alcancen los 1.800 millones para 2030 (ONU Turismo, 2019). Esto representa alrededor de 50 millones de llegadas adicionales al año, un incremento de más del 150% en comparación con el periodo comprendido entre 1995 y 2010. El 88% de estos turistas vendrían de Asia (Kharas, 2017). Por ejemplo, en 2018, alrededor del 10% de los 1.400 millones de habitantes de China realizaron un viaje internacional. Se calcula que, para 2027, el número de titulares de pasaportes alcance los 300 millones, o el 20% de la población china (ONU Turismo, 2018).
Con la vista puesta en el futuro, es importante entender la demografía de este nuevo mercado (2030-2040), que estará formado predominantemente por mileniales y miembros de la generación Z. Todos ellos son "nativos digitales" y, para 2040, representarán la mayor cuota de población, con 2.300 y 2.600 millones respectivamente (Weinswig, 2016). Dependiendo de sus grupos socioeconómicos, los comportamientos pueden variar significativamente. No obstante, la tendencia general se dirige hacia los servicios digitales e innovadores, especialmente los servicios móviles. Al mismo tiempo, habrá un alejamiento de las experiencias tradicionales y una búsqueda de experiencias más personalizadas. Además, dado el impacto de la pandemia de COVID-19, ha aumentado la demanda de transparencia respecto a los protocolos de salud, los datos y la seguridad durante los viajes y en los lugares de destino.
Por lo tanto, hará falta un nivel significativo de inversión para dar apoyo a un volumen creciente de viajeros y atender a comportamientos y necesidades cambiantes por parte de los consumidores. Pueden abrirse así diversas oportunidades de inversión y estas inversiones podrían pasar de lo tangible, como son las infraestructuras de alojamiento, a lo menos tangible, como son las soluciones digitales y los servicios de apoyo vinculados a experiencias y sostenibilidad en una realidad post-COVID.
1.2 Impulsores de la innovación y la tecnología
Estos nuevos comportamientos de los consumidores están dando forma a los mercados turísticos y ofrecen una oportunidad única para implantar soluciones innovadoras. Los nativos digitales piden tecnologías tales como el 5G, los servicios basados en la nube o la inteligencia artificial. Todos ellos ofrecen mayor velocidad de acceso a la información, son más intuitivos en las interacciones y permiten ampliar la experiencia turística antes y después de un viaje.
En la última década, las startups tecnológicas de viajes han presentado diversos enfoques innovadores que permitieron tanto la producción como el uso de nuevas tecnologías para crear un nuevo valor. Las inversiones de capital riesgo en tecnológicas de viajes han ido creciendo. Entre 2014 y 2019 se han invertido alrededor de 449.000 millones de dólares de los EE.UU. en startups tecnológicas de viajes y movilidad. Este sector alcanzó los 61,6 millones en las valoraciones de unicornios.
El crecimiento potencial de la demanda y los mercados emergentes han llevado a estos flujos de capital a alcanzar nuevos récords. Según Morningstar Equity Research, solo el mercado de las reservas representa alrededor de 600.000 millones de dólares de los EE.UU., y hay expectativas de que alcance un porcentaje de entre el 35,5% y el 39,4% para 2029 (Morningstar Equity Research, 2020). Además, las inversiones en startups tecnológicas de viajes y movilidad han llegado a otras subáreas tales como el alojamiento alternativo, la gestión de la hotelería y la hospitalidad, la inteligencia artificial y los análisis, los circuitos y actividades, el software de gestión empresarial, los pagos y la conectividad, las maletas inteligentes, el alquiler de vehículos con conductor y los vehículos compartidos, los vehículos eléctricos y sin conductor, o los aviones y los vuelos. Estas subáreas se han ido expandiendo en toda la cadena de valor de modo que han llegado a distintos actores, han difundido las tecnologías y han incrementado la productividad del sector en su conjunto.
1.3. Impulsores de la sostenibilidad y la inclusión
Según ONU Turismo, para 2030, se prevé que los viajes turísticos lleguen a 37.400 millones, de los cuales 17.400 millones serían internacionales (1.800 millones internacionales / 15.600 millones internos). Los desarrollos hoteleros se han incrementado en un 17,7% entre 2008 y 2018, y hay en el mundo 2,4 millones de nuevas habitaciones en proyecto. Además, los informes mencionaban que el sector hotelero está formado por casi 200.000 hoteles, que cuentan con más de 18 millones de habitaciones en el mundo (International Tourism Partnership, 2020). Las inversiones sostenibles en el sector turístico se han orientado a la transición verde, lo que sugiere que los marcos van a pasar del paradigma del crecimiento al paradigma de la sostenibilidad a largo plazo (Peeters et al., 2018) con el fin de crear instrumentos financieros para la resiliencia y la renovación del sector turístico. Por lo tanto, será necesario un nivel significativo de inversión para atender al volumen creciente de viajeros y a sus cambiantes necesidades.
2.1. Medición de la formación de capital en el turismo
Uno de los mayores retos de la economía turística es la medición de sus resultados. Según la UNCTAD, el turismo como actividad económica implica a varios subsectores, desde la infraestructura inmobiliaria hasta los servicios personalizados. No hay una clasificación formal de las industrias en las cuentas nacionales, lo que hace difícil cuantificar el tamaño y la importancia de los activos, los ingresos o el empleo del turismo (UNCTAD; 2007,2010). Cada vez se aplica más la cuenta satélite de turismo (CST), un enfoque estadístico que identifica 12 industrias de cuentas nacionales separadas como actividades características del turismo. Por lo tanto, la naturaleza multidimensional del turismo, unida a al dinamismo del capital de inversión, presenta un panorama complejo que hace difícil entender y medir las inversiones turísticas.
Cuadro 1: Concentración de inversión extranjera directa en industrias turísticas
Estas medidas han planteado retos metodológicos en el sector turístico respecto a la propiedad del patrimonio neto, o al establecimiento de empresas en el extranjero, pero también presentan dificultades para la recopilación de los datos disponibles sobre inversiones. Hay asimismo problemas recientemente con la medición de los flujos de capital en las startups tecnológicas de viajes. Aunque no se las considera (TNC), manifiestan un crecimiento rápido y su velocidad de expansión a nuevos mercados gracias a su tecnología hace que la tendencia sea exponencial, lo que implica flujos de capitales e inversiones conjuntas que envían señales informativas a los mercados de inversión extranjera directa (IED).
Los datos de IED en proyectos turísticos de nueva planta se utilizaron, en colaboración con la unidad de inteligencia del Financial Times (fDi Intelligence) como indicador indirecto para medir la posición de las inversiones internacionales (acciones). Esos datos muestran cuáles son los diez primeros subsectores, entre ellos el alojamiento, que representa más del 55% de la IED en construcción y desarrollo (tangibles), y los servicios y las plataformas, que constituyen el 31% de las inversiones (intangibles). Las orientaciones utilizan también información secundaria para rastrear la actividad de las inversiones extranjeras globales. Uno de los principales propósitos de la serie de publicaciones es obtener conocimientos sobre las inversiones turísticas y generar información para llenar las lagunas existentes en ese ámbito.
Los 10 primeros subsectores turísticos en IED (clasificación de fDi Intelligence) (por número de proyectos, 2015-2019)
2.2. Evolución de las cadenas de valor y los ecosistemas en las inversiones turísticas
El hecho de que el turismo sea un sector que necesita mucha mano de obra hace que impulse el empleo. El turismo es responsable directamente de uno de cada 10 puestos de trabajo del mundo: en 2019, había en el sector turístico mundial 300 millones de puestos de trabajo (ONU Turismo, 2019a). Cabe destacar que el turismo emplea a más mujeres y jóvenes que cualquier otro sector. En los países de la OCDE, las mujeres representan el 60% de los trabajadores del turismo (Stacey, 2015). Alrededor del 32% de las personas que trabajan en el turismo tienen entre 15 y 34 años. Hay pruebas de que, por cada dólar de los EE.UU. de exportación turística, se generan 89 céntimos de valor interno añadido (OCDE, 2020). Más del 30% de este valor viene del impacto indirecto en la cadena de valor local, es decir, por sus conexiones con otros subsectores, tales como el transporte de pasajeros (21%), el alojamiento (19%), los alimentos y las bebidas (16%) y otros servicios (44%), entre ellos los de agencias de viajes, entretenimiento, servicios financieros y startups digitales. Alrededor del 85% de estos negocios corresponden a pequeñas y medianas empresas (OECD, 2019).
Las cadenas de valor del turismo han ido evolucionando. Desde una perspectiva tradicional, los subsectores derivados del sector turístico incluyen: servicios recreativos, alojamiento, alimentación, servicios, residencias, comercio, construcción y otros, creando oportunidades de inversión en toda la cadena de valor. Además, desde una perspectiva no tradicional, hay otros subsectores derivados del turismo que emergen de los flujos de capital asignados a innovaciones tecnológicas relacionadas con los viajes. A partir de la investigación de ONU Turismo sobre inversiones, hemos identificado dos grupos principales de subsectores basándonos en el capital recaudado. El primer grupo tiene que ver con subsectores tecnológicos de viajes no relacionados con la movilidad, tales como el alojamiento alternativo, la gestión de hotelería y hospitalidad, la inteligencia artificial y el análisis, los circuitos y las actividades, el software de gestión de empresas, los pagos y la conectividad, etc.
Startups tecnológicas de viajes financiadas (no de movilidad)
El segundo grupo está relacionado con subsectores tecnológicos de movilidad, entre ellos: viajes compartidos y vehículos compartidos, vehículos eléctricos y sin conductor, aviones y vuelos, micromovilidad, alquiler de vehículos y vehículos de uso temporal, movilidad interurbana/urbana, servicios de taxi. Los productos de estos dos subgrupos son muy importantes en términos de formación de capital, pues representan alrededor de 450.000 millones de dólares de los EE.UU. de inversión en tecnológicas de viajes entre 2014 y 2019. Pero también son interesantes en términos de innovación y por su relación con el ecosistema turístico. Intentan transformar los modelos de negocio actuales con la tecnología y, en la nueva realidad generada por la COVID-19, ofrecen nuevas oportunidades a los inversores interesados en el sector turístico. La integración del ecosistema turístico y los agentes que forman parte de cada subsector, tanto los tradicionales como los no tradicionales, es esencial.
2.3. Atracción e inversión extranjera directa en turismo
Según la unidad de inteligencia de IED del Financial Times (fDi Intelligence), la inversión extranjera directa en turismo llegó en todo el mundo a 61.800 millones de dólares de los EE.UU., lo cual ha creado, a su vez, más de 135.000 puestos de trabajo en 2019 (fDi Intelligence Financial Times/ ONU Turismo, 2020). Ello se ha traducido en 715 proyectos de IED en 2019, en comparación con los 648 proyectos de IED de 2018, y los 347 proyectos de IED de 2017. Este dato demuestra la resiliencia del sector turístico entre otros sectores que han ido decayendo en el mismo periodo. No obstante, la pandemia de COVID-19 ha golpeado duramente al sector turístico. Los datos sugieren que la IED mundial del turismo cayó un 73,2% en la primera mitad de 2020, en comparación con 2019, poniendo fin a los récords registrados durante años en el sector.
Hay pruebas de que las principales fuentes mundiales de IED para el turismo se encuentran en países desarrollados (hasta un 90%). Menos del 10% de las acciones de IED relacionadas con el turismo se concentran en los países en desarrollo (UNCTAD, 2007, 2010, 2020). Sin embargo, hay una tendencia a incrementar los esfuerzos especialmente en Latinoamérica y el Caribe, donde la IED alcanzó nuevos niveles máximos. En México, creó más de 56.000 empleos entre 2015 y 2019. La IED turística también fue notable en Oriente Medio y África, donde alcanzó el máximo nivel en una década (fDi Intelligence Financial Times/ ONU Turismo, 2020).
Cuando se trata de elaborar una estrategia de inversión, atracción y promoción, se percibe una necesidad de conocimientos y experiencia entre los países en desarrollo. En una encuesta elaborada por ONU Turismo sobre la promoción de las inversiones, a la que respondieron 44 países, el 72,7% consideraron la capacitación en inversión extranjera directa una "prioridad alta". Además, el 84,1 % de los países encuestados expresaron su interés por atraer y generar inversiones, y el 70,5% pidieron apoyo en cuanto a estrategia de inversiones turísticas.
3.1. De la inversión tradicional a la inversión no tradicional
Desde una perspectiva tradicional, durante el periodo 2015-2019, se invirtieron 195.000 millones de dólares de los EE.UU. en IED turística, dos tercios de los cuales en las regiones de Asia y el Pacífico (41%) y Europa (27%), mientras que el resto se distribuye de forma homogénea entre Norteamérica (6%), Latinoamérica y el Caribe (14%) y Oriente Medio y África (11%). Es importante observar que, si bien la IED ha ido decayendo en Norteamérica, hay un aumento de las inversiones en Latinoamérica y el Caribe (fDi Intelligence Financial Times/ ONU Turismo, 2020).
Según el informe sobre inversiones de nueva planta de fDi Intelligence Financial Times y ONU Turismo, el "alojamiento" fue el subsector más promitente de los proyectos de IED de todo el mundo, con más de 1.249 proyectos, lo cual está considerado como inversión tradicional relacionada con la construcción (alrededor del 57% del total de las inversiones de nueva planta entre 2015 y 2019). Sin embargo, hay un número creciente de inversiones no tradicionales relacionadas con servicios vinculados a tecnologías de software que incluyen la combinación de viajes y los servicios de reservas, la publicación en Internet y los motores de búsqueda, lo que representó alrededor del 32% del total de las inversiones entre 2015 y 2019.
Dos inversiones no tradicionales en el sector turístico son las inversiones de capital riesgo en tecnológicas de viajes y el capital riesgo corporativo en su conjunto, a partir de la información disponible. Tanto el capital riesgo como el capital riesgo corporativo han ido en aumento. Entre 2014 y 2019, se han invertido alrededor de 449.000 millones de dólares de los EE.UU. en startups tecnológicas de viajes y movilidad. Estas inversiones relacionadas con las tecnologías brindan oportunidades más allá de la digitalización, incrementan la productividad de la cadena de valor del turismo, y crean distintos modelos de negocio para innovar en el sector.
No obstante, cabe subrayar que la mayor parte de la inversión agregada de capital riesgo en startups tecnológicas de viajes y movilidad corresponde a países desarrollados. En cambio, las inversiones globales en tecnológicas de viajes en economías emergentes representaron menos del 1%, y de ese 1%, el 97% correspondieron a Brasil y Sudáfrica. Hace falta un verdadero impulso a los canales de inversión para apoyar y fomentar la innovación y las soluciones de startups tecnológicas de viajes en las economías emergentes, así como abrir oportunidades para invertir en mercados no explotados con una creciente demanda potencial.
3.2. Estrategias de atracción, promoción y movilización de inversión en turismo
Con el objetivo de proporcionar una nota técnica práctica que permita elaborar una estrategia de inversiones turísticas, ONU Turismo fpropone un marco básico de tres etapas sencillas que permitirían a sus Estados Miembros atraer, promover y movilizar inversión extranjera directa para el turismo en sus países. 1. Estrategia organizativa (capacidades propiciadoras): centrarse en fomentar una visión clara y la apropiación de la idea para empezar a atraer inversión extranjera directa. 2. Estrategia de atracción (condiciones propiciadoras): generar las condiciones adecuadas para incrementar el nivel de atracción o el clima inversor de los países, analizando su estabilidad macroeconómica y su entorno político, regulatorio, jurídico y tecnológico. 3. Estrategia de promoción (oportunidades propiciadoras): con el propósito final de crear una propuesta de valor para el país, entender sus potencialidades, identificar proyectos y oportunidades clave, así como aprovechar las tendencias para desarrollar una oferta y dirigirla certeramente a los inversores.
La pandemia de COVID-19 ha dejado claro que el turismo sostenible requiere inversiones sostenibles que sean el eje de las nuevas soluciones, y no solo unas inversiones tradicionales que promuevan y apuntalen el crecimiento económico y la productividad. También ha puesto de relieve la importancia de las inversiones no tradicionales que fomentan la innovación a través de la creación y difusión de nuevas soluciones para descarbonizar el sector. Con el fin de aprovechar las ventajas de las inversiones, es fundamental que los gobiernos promuevan políticas, así como nuevos canales de inversión para recuperar, retener y atraer inversión extranjera directa. Solo así podremos reimaginar el turismo y fomentar su impacto positivo en las personas y en el planeta al tiempo que aceleramos la consecución de los ODS.